A veces, para tener mayor peso, tenemos que liberarnos de algunas cosas. Hablar. Liberarnos de malas actitudes, de pensamientos oscuros hacia otras personas, de tristezas, de verguenzas, de inquietudes, de rencores. Liberarnos de estas cosas, nos alivianan el alma, la mente y el cuerpo, y al mismo tiempo nos dejan una idea de grandeza, de superacion, y nos llenan de cosas buenas, como satisfaccion, felicidad, tranquilidad, y sobre todos,
una sensación de que estamos en esta vida reunidos para dejar nuestra huella, la huella que dejamos por nuestro propio peso, llenos de cosas benévolas. El peso que nos da la liviandad del alma. El peso que ganamos al superarnos a nosotros mismos y tratar de ser mejores personas, de hacer algo por los demas, algo que nos supere en tamaño y tiempo, algo que haga trascendencia y nos deje un lugar infimo en la eternidad de la vida,
sabiendo que no vinimos a este mundo para ser livianos flotar sin que nada nos importe.Ese peso no es malo, porque esta cargando nuestra balanza con cosas que nos hacen inmortales y le dan sentido a todo lo que hacemos. A lo mejor nadie nos recuerde, nadie sepa quienes fuimos y no seamos mas que una rafaga que pasó por ahí, pero lo que realmente importa es lo que nosotros sepamos. Que estamos aca para algo mas. Para dejar nuestra marca, nuestra huella del peso con el que cargamos, de cosas que valen la pena.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario