La espera
¡Oh lino, madura, que quiero tejer
sábanas del lecho donde dormirá
mi amante, que pronto, pronto tornará
(Con la primavera tiene que volver.)
¡Oh rosa, tu prieto capullo despliega!
Has de ser el pomo que arome su estancia.
Concentra colores, recoge fragancia,
dilata tus poros, que mi amante llega.
Trabaré con grillo de oro sus piernas,
cadenas livianas del más limpio acero,
encargué con prisa, con prisa al herrero
Amor, que las hace brillantes y eternas.
Y sembré amapolas en toda la huerta.
¡Que nunca recuerde caminos ni sendas!
Fatiga: en sus nervios aprieta tus vendas.
Molicie: sé el perro que guarde la puerta.
Juana de Ibarbarou
¡Oh lino, madura, que quiero tejer
sábanas del lecho donde dormirá
mi amante, que pronto, pronto tornará
(Con la primavera tiene que volver.)
¡Oh rosa, tu prieto capullo despliega!
Has de ser el pomo que arome su estancia.
Concentra colores, recoge fragancia,
dilata tus poros, que mi amante llega.
Trabaré con grillo de oro sus piernas,
cadenas livianas del más limpio acero,
encargué con prisa, con prisa al herrero
Amor, que las hace brillantes y eternas.
Y sembré amapolas en toda la huerta.
¡Que nunca recuerde caminos ni sendas!
Fatiga: en sus nervios aprieta tus vendas.
Molicie: sé el perro que guarde la puerta.
Juana de Ibarbarou
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