Aprendí a no seguirte los pasos,
a no perderme en tus retazos.
A no hablarte tanto,
a no dedicarte cada canción.
A ser mas discreta con lo que digo,
porque se nota que siempre lo digo sobre vos.
Aprendí a no llevar tu carga,
a no dejar que me caiga la vida entera por un tropezón.
Aprendí a dormirme sin tu voz
y a despertarme sin tu rutina.
Aprendí a olvidarme
de tu iris negro que me miraba desde arriba, desde abajo,
de cualquier posición.
Aprendí a desechar cada palabra tuya,
a reír tristemente, cuando tu nombre aparecía en la conversación.
Aprendí a no aferrarme a tu futuro,
porque en unos años, no seré tu pasado.
Tanta sabiduría tengo,
¿Y me preguntan para qué sirve?
No sirve de nada,
y no me sirve para olvidarme de vos.
a no perderme en tus retazos.
A no hablarte tanto,
a no dedicarte cada canción.
A ser mas discreta con lo que digo,
porque se nota que siempre lo digo sobre vos.
Aprendí a no llevar tu carga,
a no dejar que me caiga la vida entera por un tropezón.
Aprendí a dormirme sin tu voz
y a despertarme sin tu rutina.
Aprendí a olvidarme
de tu iris negro que me miraba desde arriba, desde abajo,
de cualquier posición.
Aprendí a desechar cada palabra tuya,
a reír tristemente, cuando tu nombre aparecía en la conversación.
Aprendí a no aferrarme a tu futuro,
porque en unos años, no seré tu pasado.
Tanta sabiduría tengo,
¿Y me preguntan para qué sirve?
No sirve de nada,
y no me sirve para olvidarme de vos.
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