5 de febrero de 2012

Quizás

Temo saber la respuesta,
por eso, no hago la pregunta.
Quedo en el codo del tiempo,
en la imperfección de la duda.
¿Qué estoy haciendo?
¿Para qué te espero?
Eso no lo sé,
pero tampoco quiero saber
que es lo que tú estas haciendo.
¿Estás jugando?
¿Estás sufriendo?
Eso no lo sé.
¿Cómo puedo saberlo?
No estoy en tus zapatos,
ni a tu lado.
Me quedo pensando, preguntándome,
imaginando,
sosteniendo esta duda que pesa,
que se ríe,
pero es mejor que la verdad.

No hay comentarios.: