Tal vez,
si te acaricio la cara con mi daga
comprendas lo cerca que estas de morir,
lo cerca que estas de perderme.
Tal vez,
aún tengo fuerzas para evitar que desfallezcas,
que caigas en el abismo de lo que nunca pudo ser,
pero la cuerda floja invita
a que caiga alguno de los dos.
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