Tuve ganas de hablarte,
mirate, tocarte,
caminar a tu lado,
escuchar lo que me decias,
seguirte ciegamente por una cornisa
donde me tendiste la mano para bajar,
contarle cosas a tu oido,
llenarme de tu alma,
de tu risa,
tu voz.
Tuve ganas de tenerte,
y no pude hacer mas que soñarte.
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