Can you see the sun shine, even when you're underneath th sheets?

Habia estado pensando tanto que se olvido de pensar en todo lo demas. Miro el reloj y ya ni siquiera andaba. Se levanto de la silla y noto que sus articulaciones crujian. "Lo hice de nuevo" penso "me fui, que irresponsable soy, ya no puedo controlar ni mi cabeza". Indudablemente el dia se le habia alargado mas de lo debido, porque sentia mucha hambre y sed, pero mas que nada se sentia solo. Necesitaba hablar con alguien, porque hacia tanto tiempo que hablaba consigo mismo que se sentia abrumado, aturdido. Descubrio ese dia que no le gustaba la voz de su pensamiento, que se cuestionaba hasta las manchas de humedad en el techo. Su interior le hablaba al oido constantemente, y el lo unico que hacia era escuchar. Desgraciadamente, en esos momentos era prisionero y no podia hacer mucho mas que sentarse para no confundirse mas todavia con las voces ajenas que lo perseguian ni bien salia a la calle.
Ahora que su mente estaba esclarecida de nuevo, aunque no supiera por cuanto, salio en busca de algo para comer y alguien con quien hablar. Al principio no noto la diferencia, las calles desiertas hicieron que ni siquiera supiera la hora, porque siempre habia gente deambulando, incluso a la hora de la siesta. Se imagino, por la posicion del sol, que debian ser las dos o dos y media, y que los mercados ya debian estar cerrados, preparando mas pan o asando mas carne para la cena, pero definitivamente no iban a darle nada, ni porque fuera él.
A medida que caminaba miraba las casas de los alrededores, y vio que muchas estaban deterioradas o incluso distintas, y que otras tenian colores que el no sabia que estuviera aceptado como "normal". Pero simplemente penso que su dia habia tenido mas de 24 horas. No se alarmo. A su lado pasaron dos chicos que lo miraron raro, y el hizo lo mismo "¿que clase de ropa es esa?" se preguntaron tanto los niños como el.
Pero todavia estaba aturdido, en su cabeza retumababa su voz, y era debil para cuestionarse cosas tan poco importantes como la ropa de dos enanos que a lo mejor eran criminales.
Su conversacion habia sido politopica y monofonica. Se hablo de las muchas maneras que tenia de convencer a una persona que lo que decia estaba bien, se pregunto por el amor de tantos, ede los cuales ninguno creyo merecer, se sentia infiel y solo, porque todos lo buscaban pero se iban indefectiblemente. Se imagino en un lugar donde pudiera hablar indefinidamente, y que todos lo escuchasen absortos y despues alabasen sus ideas.
Al vacio del cuerpo se le sumo el del alma, porque ya no se sentia poderoso.
El siglo XX habia llegado a sus recovecos. Poco a poco fueron apareciendo autos, personas raras, vidrieras, imagenes mas y mas extravagantes, ruidos molestos... cosas que nunca habia visto antes.
El miedo se cruzo en su rostro, y corrio a ocultarse en su casa. Pero ya no estaba. Por eso termino en el bosque, adonde algunos lo vieron correr muy rapido. Se encotro con varias personas que lo escucharon hablando con arboles, tratando de convencerlos de que estaba bien quedarse en un solo lugar si se sentian comodos, y otras veces hablando con mariposas y aves, que se lamentaban tener que dejar su casa en busca de comida o calor. A ellos tambien les decia que estaba bien, porque era lo que mas les convenia para poder seguir disfrutando su existencia.
De a poco se fue perdiendo. Dicen que se lo veia cada vez mas delgado, amenazado por las ideas modernas y el vacio existencial que le iba llegando incluso sin enterarse de que existiera....
Nunca encontraron su cuerpo, pero ahora ya no lleva su nombre, sino el de " el hombre que miraba todos los lados"