Boys don't cry

Corria el año 4722, y Edmundo vivia recorriendo su nuevo planeta, solo para el porque era terriblemente egoista. Sus conocidos deseaban no haberlo conocido tres potenciales horas despues de haberlo conocido. Primero, por su forma de mostrar desprecio por todo lo que se le decia, se le mostraba o se le daba. Y segundo, incluso cuando algunos tolerantes podian aceptar que tenia algunos errores y lo invitaban con un trago de extracto de cactus o una bandeja de pastillas amarronadas con sabor a chocolate o caramel, una vez que entraban a la burbuja atmosferica de acrilico, el pavor y el asco corria por sus venas al ver sus tentaculos enormes y pegajosos, llenos de polvo estelar, pustulas, algunas partes podridas o moretoneadas o cortadas por donde se escapaba el amoniato de mercurio. Peor aun, cuando le tenian compasion y trataban de ayudarlo, el se negaba, desinteresado, se levantaba y se iba.
Regresaba a su casa, su planeta, su propio mundo y salia a mirar. Habia desarrollado una resistencia tremenda, y podia estar horas completas respirando de la nada, comiendo rocas y tomando su propio mercurio. Es asi que llego a construir 14 casas en lugares estrategicos, para ir de una a la otra en un dia. Conocio a la bandada radioactiva, descubrio una especie nueva de helecho reptante, aunque nunca pudo estar seguro si era nueva o demasiado vieja. Tambien encontro montañas subterraneas, cielos rosados y verdes psicodelicos, engendros que poco se parecian a ratas y mucho menos a peces. El problema era que siempre queria mas y mas. Es asi que se metio en una caverna q emanaba humo gris como de cigarrillo potenciado. Se metio y encontro un dragon-dinosaurio-sapo que tuvo intecioes de comerlo, pero no le gusto su sabor y lo escupio. Edmundo, confundido, salio de la cueva lleno de baba verde y se fue a jupiter a buscar a alguien para molestar.


Medio, casi un tercio wilckockiano..... solo para probar