25 de julio de 2014

Primeros días de una casa

Some nights I wish 
that my lips could build a castle

Mira como nos miran
esas casas
afuera
parecen tan frágiles
y a la vez impenetrables
de papel y crayones
de cemento y acero;
y tan ridículas para quien no tiene
a donde volver cuando cae la noche.

Mira como nos miran
esas casas
adentro
que siempre nos acogieron
pero nunca fueron nuestras
nunca fueron hogares
y siempre supimos
que nos terminaríamos yendo.

El mundo es testigo
de esta gran batalla:
entre el adentro
y el afuera de una casa.
Ni siquiera di tres pasos
y ya siento el deseo
de volver a escuchar los cuentos
de los tiempos donde tu techo
me cobijaba.
No me quiero quedar
y no me quiero ir
Pero
mira esas casas
ajenas
están llenas
de gente, calor, alegrías
y para nosotros
están tan solas
tan vacías.

No quiero volver
me pone triste
de tan solo pensarlo
acabo de notarlo
y paradojicamente
eso también me pone triste

Sueño con la casa
y los fantasmas que me atraparon
tanto tiempo
en ella,
cuando todavía vivía y se imponía
y no era una simple mueca irresuelta
de la grandeza que la abrazó hace tiempo;
cuando las camas eran todas iguales
y las muñecas miraban vacías
lo irreproducible;
y esos espejos
que exhalaban misterios
parecían reflejos fantasmales
pero en realidad
era mi cara en la madrugada.
La enredadera del patio
que nos cubría las espaldas
del sol de la siesta
mientras hacíamos las cosas
que nunca podremos contar.

Quiero volver a verte:
no quiero que la noche nos encuentre arropados
bajo un árbol de manzanas
no quiero que nuestro techo sea el cielo;
en esta vida
quiero caminar con vos
ver a la distancia
quiero remediar los errores de la infancia
y construir un futuro
nosotros
sin ellos.

No se cómo decirlo,
aquí voy sin miramientos:
quiero hacer contigo
lo que no han hecho de ti,
de tu infancia tan desecha;
un destino ya elegido
que no era el camino correcto
mil veces lo odiaste
y te quedan años
para volver a hacerlo.

Se que no quieres criar entre tus brazos
niños que vayan a la guerra
niños sin pasado
de esa generación muerta
niños que no tienen una meta
más que seguir luchando.
Vámonos de estas naciones derruidas
aunque solo tenga unos cuantos años de vida
vámonos de esta ironía
y reconstruyamos el pasado.
Es que el odio vence al hombre
y a ti ya te vencieron
los hombres que odian tanto.

La vida pasa
las heridas quedan
¿por qué no nos arrancamos las penas?
Ya sabes donde poner
tus manos en mi cuerpo
para encontrar las cicatrices.

No te preocupes,
yo tampoco tengo todo resuelto
apenas
las maletas siempre en el piso
la ropa fuera del ropero
un poco de dinero
en un monedero
tirado en el sillón;
siempre lista para irme.
Te encuentro en la esquina
dame la mano
que me asusta la vida;
quítate el uniforme
y ponte ropa de jardinero
porque tenemos que plantar una historia
y cosecharla juntos.

¿No ves que no duerme bien
quién espera?
Hace días que no duermo
te espero
cruzando el mar
y mientras llegas,
sueño.
¿No ves que no duerme bien
quien sueña?
Y te sueño
a todo momento,
mientras te espero.

¿Cómo te explico?
sé que sueñas tanto
con todo lo que no tenemos;
no hay mucho que hacer
deja de soñar tu vida
comienza a vivir tu sueño.

Demórate lo que quieras
pero no llegues tarde
porque no se que será de mí mañana,
por eso te llevaré hoy
a los lugares en los que merodeo
y me siento a pensar en ti.
Miro la explanada de pasto
veo los pájaros volar y hacer nidos en lo alto
solo puedo pensar
en construir pedazo a pedazo
una casa que no esté embrujada.

Huele a flores
el aire es frío
y nos calienta el sol.
Es otoño;
hay aroma a praliné y pasto recién cortado
a carne asada y a orilla de río.
Tu cuerpo
madera;
tu piel
trigo;
tus ojos
miel.
Un jacarandá en la entrada
para recordar las canciones de la infancia
no necesito
no puedo pedirte más.

Al final del día los pájaros siguen allí
irán despacio despegando vuelo
Mira, ¡rápido!
los pájaros despegando el vuelo
yo me voy con ellos
la calle se ilumina de a poco
y las sombras en tu cara se suavizan.
El viento remonta las alas de las alegres golondrinas
remonta las alegrías y esperanzas
de esta casa vacía.
Y la casa no está ahí
faltan tantos años para que exista
pero yo ya estoy ahí
y están mis besos en la cortina;
ven a sentarte conmigo
piensa en todo lo que no quieres ser.
Ya no hay nada que ocultar
en estas paredes sin tiempo;
paredes nunca es invierno
paredes que contienen el calor
de una chimenea a leña
paredes hogar.

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