
no bailar con el viento
cuando me ven llegar.
Qué gran verdad del deseo
añorar lo que no tengo.
Gira mi cabeza
y solo puedo pensar
en el trigo en primavera,
en tu cuerpo al despertar.
Retrátame bien
en tus sueños, al menos;
recuerda mi rostro
este rostro cansado
que no te pudo fascinar.
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