17 de noviembre de 2010

Little red


Una de las primeras decepciones que me lleve en la vida fue ver como era un corazón de verdad (si, ver un corazón de verdad, el que tenemos adentro) y ver que no era como yo me lo imaginaba, como me lo enseñaron, como lo dibujaba y lo pintaba con cuidado, lo guardaba en mi imaginación. Y así sucesivamente, con personas también.

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