Penetra por mis ojos el crepusculo mientras luchan por seguir la luz, mis pies por caminar un paso, atrasar un segundo la puesta del sol, la oscuridad de las caras, tener un nuevo segundo para buscar el brillo en tus ojos cuando me veas venir.
Me deslice por tu camisa, como cayendo por un tobogan rosa, y esperando mi caida tus manos sujetandome despacio, atrayandome contra tu cuerpo y acariciando mi pelo, inmoviles en el viento el frio nos penetra, vos me envolves con tu risa y tu camisa, y yo caigo de nuevo en ese tobogan, juego infinito que jugamos para siempre los dos.
Una pelea. Lo que me hace feliz, la mas dolorosa trampa. Eso que me hace fuerte, me va debilitando de a poco, lo que me llena me deja sin nada un jaula que construyo, me construyo y me destruyo, con mis brazos. Carcel intangible prision irreal, tan invisible que no veo la puerta, de la cual quiero escapar pero mis pies no encuentran la salida en este laberinto de engaños, un laberinto de espejos, cada dia me choco a mi misma.