Me has disparado
y sin herirme
me has asesinado,
gritaste mudo
y tu bala llego lenta
en el viento que nos atropella,
todo tan irreal
tan simple
tan artificial,
solo mi sangre en tus dedos
nos devolvia al mundo.
Y el alma se me salia,
ya no tengo nada
todo igual
nos separa un abismo
el cual ya no puedo saltar,
yo sigo
del otro lado del cristal.
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