Fase Primera

Te veia dormir, inalar y exalar el aire por la nariz, tu pecho expadirse y contraerse como un globo. A veces girabas tu cuerpo y veia tu espalda descubierta, ya que la sabana solo la llevabas hasta la cintura. Tu pelo tapando tus ojos. Tu boca semiabierta, babeando como lo hacen todos. Tu mano derecha cerca de tu nariz y la izquiera cerca de mi. Quedaba hipnotizada hasta que mi reloj excentricamente adelantado doce horas marcaba las catorce, y me relajaba, copiaba tu posicion agarrando tu mano y me dormia hasta que la radio sonaba. Desayunar con vos era de lo mas divertido, primero porque siempre te gustaba lo que hacia, lo saboreabas hasta el ultimo bocado; y segundo porque de mañana estabas fresco y tranquilo, tu conversacion era abierta, espontanea y facil. A veces la gente de alrededor parecia mirar asombrada como nos entendiamos. Cuando vos te ibas, yo me quedaba en casa leyendo o pintando, a veces concinaba pero mi mama no creia que yo fuera muy comfiable con el fuego, asique me acercaba esporadicamente. Volvias y nos encerrabamos a charlar, a tomar el té (si, solo nosotros dos), a mirar tele, a dibujar, a divagar por los espacios del aire. En fin, viviamos en nuestro propio universo.
Lo que no me gustaba era pelear con vos, porque siempre, indefectiblemente, te ibas. Y hasta que mis lagrimas no se secaran y no durmiera o me levantara a dar vueltas no volvias, con la cabeza gacha y debil, como si te hubiera costado horrores volver. A lo mejor asi era, por lo que siempre te recibia con los brazos abiertos, lista para volverte a ver dormir o desvelarnos hasta las cuatro o cinco de la mañana.
Me acuerdo de un dia que me llevaron a un lugar al que , por algun motivo, no tenia muchas ganas de ir. Era como siempre te digo, un mal presentimiento al que hay que hacerle caso. Al principio me negué, pero fue imposible decirle que no al enojo de padre, asiq fui. Me dio mucho miedo. Me hicieron ponerme una bata blanca, meterme dentro de un tubo, me hablaron como si fuera tonta o algo, me examinaron de pies a cabeza, para ser abarcativos. Despues cuando llegué a casa y vi que no estabas me puse a llorar, todo era de otro color, mas apagado, mas oscuro. Asique no hice mas que mirar el techo hasta que senti un movimiento debajo de la cama. Mire y ahi estabas. Nunca supe porque debajo de la cama, pero estaba tan contenta que no me importo. A tu lado tenia todo lo que necesitaba. Todo tenia un toque distinto, casi irreal...
Pero un dia, hace tres meses, desperte en un lugar mas blanco del que habia ido una vez, estaba acostada y me dolia el brazo izquierdo. Me levante y quise alcanzar la puerta pero estaba mareada, y el piso estaba frio, por lo que volvi a la cama. Empezé a gritar. Llegaron dos personas, una estaba segura que no la concia, y la otra... bueno, creo haberla visto antes, no se si era en un sueño, o a lo mejor en la calle. Nadie me explicaba nada, pense que habia tenido un accidente, que me habia chocado un auto y me habia pegado en la cabeza. Pero la señora que pense conocer me miraba y lloraba, como si le provocara cierto malestar esa confusion mia. Poco a poco me fui acostumbrando al lugar, pero es todo tan distinto, sobre todo porque pense que nunca ibas a venir a visitarme, pero hay dias en los que me hago la tonta y me quedo en la habitacion sin hacer ruido y se olvidan completamente de mi, no me molestan. Entonces siento que mi cabeza deja de doler, y mi brazo tambien, y te veo en algun rincon de la habitacion. Entonces si podemos hablar tranquilos, como en los viejos tiempos. De vez en cuando tengo algun reproche porque no estas cuando mas lo necesito,cuando me siento mal, mareada y triste. Pero despues me olvido porque esos reproches no dejan que desfrute el tiempo con vos. Ese par de horas en lo que estamos juntos antes de que caiga rendida en la almohada borrosa. Y luego cuando despierto, la almohada vuelve a estar definida. Y mi brazo duele. Y una persona detras de la puerta me mira, anota cosas... Algunas veces no te recuerdo, cuando el brazo me duele mucho...