27 de enero de 2008

Al ritmo del tambor

¿Cuántas caras del diamante habremos ya pulido?
Sólo espero recordarte cuando no pueda más tocarte
Figura frágil
¿Serás un pájaro todavia sin alas o un fenómeno a punto de mutar?

Recuerdo, me preguntabas...
Yo me columpiaba cómodamente en una hamaca paraguaya
mientras tratabas de escalar por esa tan quebradiza soga
Sin embrago era el mismo jardín, las mismas rosas, las mismas espinas...

¿Cuántas caras del diamante habremos ya pulido?
cables y más cables recorren el sistema
y todos parecen llegar al mismo lugar
el mismo universo, el mismo desierto...

Y se enredan y conectan en la eternidad de los dias
Y van juntos en potencias
Y aman y temen siempre igual
Casi sin darse cuenta, casi sin amar o temer de verdad...

¿Cuántas caras del diamante habremos ya pulido?
Han tejido una red al ras del piso
Mientras mirabamos caer la lluvia
Mientras escalabamos con una cuerda el iluso rascacielos

Hemos tejido una red para que no vean la lluvia
Hemos decidido seguir subiendo
Porque si no vemos la lluvia de cerca,
La luz tampoco traspasa nuestro propio smog...

3 comentarios:

Diego dijo...

Hacía tiempo que no me pasaba por aquí y me gusta encontrarme este bonito poema, como si me estuviera dando la bienvenida; me ha gustado mucho.
Saludos!

Anónimo dijo...

me quedo con este pero son todos lindos, y muy bien elaborados (habla el escritor acá jaja) bueno no sé mucho, solo q me gustan. un besote! tkm!

Anónimo dijo...

holiis

pase


huguito

sigo leyendo ;)