4 de julio de 2012

Callando se dice más

No me nombres,
no me mires,
no me recuerdes mas.

Un vidrio cristalino nos separa,
y se rompe con el sonido de tu voz
llamándome en lo oscuro;
me lastima un poco
me hace sangrar.


En tus ojos se reflejaba 
el mar inmenso en el que navegábamos,
y veía por allá atrás
el puerto al que llegaríamos.
Pero ya no necesito tus ojos para ver el puerto.
El puerto no está en tus ojos...