Es lo que vale un beso,
una tibia caricia en la mejilla humeda,
una mano que se extiende hacia mi cuerpo por debajo de la sabana.
Mas de mil palabras vale sentir que el mundo se calla
porque estas hablando,
o que el mundo se apaga porque tus ojos se posaron en mi,
o que se incendia cuando no te encuentro
o que se detiene cuando te veo pasar.