3 de julio de 2014

Occidentalmente

Llegamos al campo,
la guerra es tuya
la diversión es mía
pero siempre me obligas a jugar
tu estúpido juego
de quien salta más alto
quién corre más rápido;
esas cosas a mi no me van.

Los libros que no leíste
las cosas que no comiste
las canciones que nunca oíste
las ideas turbias sobre la moda
las personas
el cuerpo
las ideas
la libertad.

Esa vida que no llevás
siempre la apariencia
nunca la realidad. 
Esa alteridad
inundada de ojos amigos
¿a quién intentás convencer
que tu vida es tan perfecta?
hablando de lo superficial
solo parece importar
lo conocido
lo estético
lo poco fundamental.

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